La tímida liebre dijo entonces:
-- He anhelado ardorosamente ver llegar este día, a fin de que los débiles seamos respetados con justicia por los más fuertes.
E inmediatamente corrió lo mejor que pudo.
Cuando en un Estado se practica la justicia, los humildes pueden vivir tranquilos..., pero no deben atenerse.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
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