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miércoles, 30 de marzo de 2011

La mosca y la mula de transporte

Una mosca sentada en el árbol de una carreta, se dirigió a la mula que la jalaba, diciéndole, --¡Qué lenta que es usted! ¿Por qué no va más rápido? A ver si no la pincho en su cuello con mi picadura.
--La mula de transporte contestó,
--No me interesan sus amenazas; sólo pongo atención al que se sienta más arriba de donde está usted, y es quién acelera mi paso con su fusta, o me contiene con las riendas. Váyase lejos, por lo tanto, con su insolencia, ya que sé bien cuando debo ir rápida, y cuando debo ir lenta.
Si conoces tus deberes y sabes hacer bien tu trabajo, no hagas caso a distracciones o insinuaciones ajenas.


martes, 29 de marzo de 2011

El lobo, la zorra y el mono

Un lobo acusó a una zorra de robo, pero la zorra, siendo en realidad inocente, negó totalmente la acusación. Un mono se ofreció a juzgar el asunto entre ellos.
Cuando cada uno había declarado totalmente su caso, el mono dio esta sentencia:
--No pienso que usted, señor lobo, hubiera perdido lo que reclama; y usted, señora zorra, por sus antecedentes, creo que realmente robó lo que tan fuertemente niega."
Los deshonestos, con su mal prestigio, cuando actúan honradamente, no consiguen ningún crédito.

domingo, 27 de marzo de 2011

El pavo real y Hera

El Pavo real hizo la queja a Hera que, mientras el ruiseñor complacía cada oído con su canción, él mismo, apenas abría su boca, era el hazmerreír de todos quienes lo oían. La diosa, para consolarlo, dijo,
-Pero tú eres excelentemente excedido en belleza y tamaño. El esplendor de la esmeralda brilla en tu cuello y despliegas una cola magnífica con el plumaje pintado.
--¿Pero con qué objetivo tengo yo,-- dijo la ave, --esta belleza muda mientras que soy superado en el canto?
--La función de cada uno,-- contestó Hera, --ha sido adjudicada por la voluntad de los destinos : a ti, belleza; al águila, fuerza; al ruiseñor, canto; al cuervo, augurios favorables, y a la corneja, augurios desfavorables. Y todos deben estar contentos por los atributos asignados.
Sé siempre conciente de cuáles son tus capacidades y habilidades para saber emplearlas en lo mejor posible, con plena satisfacción.

El asno y el lobo

Un asno que se alimentaba en un prado vio a un lobo acercarse para agarrarlo, e inmediatamente pretendió ser cojo. El lobo, acercándose, preguntó la causa de su cojera. El asno contestó que pasando por un seto él había puesto el pie sobre una espina aguda. el solicitó al lobo que le sacara la espina, no sea que cuando se lo vaya a comer pudiera perjudicarle su garganta.
El lobo consintió y levantando en lo alto el pie del asno, daba su mente entera al descubrimiento de la espina, cuando en eso, el asno, con sus talones, dio una patada a los dientes del lobo en su boca y galopó lejos.
El lobo, siendo así terriblemente maltratado, dijo,
--Bien me pasa esto, por meterme en el arte de la curación, cuándo mi padre sólo me enseñó el oficio de carnicero.
Nunca te metas a ejecutar un oficio que aún no conoces.

viernes, 25 de marzo de 2011

El joven en el río

Un muchacho que se bañaba en un río estaba en peligro de ahogarse. Pidió ayuda a un viajero que pasaba por allí, pero en vez de darle una mano de ayuda, el hombre estuvo parado indiferentemente, y reprendió al muchacho por su imprudencia. --¡Ay, señor!-- gritó el joven, --por favor, ayúdeme ahora y repréndame después.
Dar consejos sin dar la ayuda, de nada vale.

jueves, 24 de marzo de 2011

La comadreja y los ratones

Una comadreja, inactiva por su edad y sus enfermedades, no era capaz de agarrar a ratones como antes lo hacía. Por lo que se hizo rodar en harina simulando ser alimento y fue a posar en una esquina oscura. Un ratón, suponiendo que era comida, saltó sobre ella, y fue agarrado al instante y devorado.
Otro cayó de una manera similar, y luego un tercero, y todavía otros después de ellos.
Un ratón mayor muy experimentado, que había evitado muchas trampas y ratoneras, observó desde una distancia segura la trampa de su enemiga mañosa y dijo,
--¡Ah! ¡Tú incapaz que yaces allí, aunque estés llena de harina, siempre te reconoceré!
Y desde entonces ella no pudo volver a cazar más ratones.
La vejez y la experiencia son las mayores fuentes de sabiduría.

Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet

La alondra y sus crías

Una alondra había hecho su nido a principios de la primavera en el joven trigo verde. Sus crías habían alcanzado casi todo su desarrollo y conocían el uso de sus alas y su cuerpo estaba ya lleno de plumas, cuando el dueño del campo, revisando su cosecha madura, dijo,
--Ha llegado el momento en que debo pedir a todos mis vecinos que me ayuden con la cosecha.
Una de las alondras jóvenes oyó su decir y lo relató a su madre, preguntándole a que lugar deberían moverse para su seguridad.
--No hay ninguna necesidad para moverse aún, mi hija-- contestó; --el hombre que busca a sus amigos para ayudarle con su cosecha no está realmente preparado.
El dueño del campo vino otra vez unos días más tarde y vio que el trigo empezaba a mostrar exceso de madurez. Él dijo,
--Vendré yo mismo mañana con mis trabajadores, y con tantas segadoras como pueda alquilar, y entraré a cosechar.
La alondra madre al oír estas palabras le dijo a sus hijas,
--Ahora si es el momento para partir, mis pequeñas, ya que el hombre sí lo hará esta vez; él ya no pedirá a sus amigos manejarle su cosecha, sino que cosechará el campo él mismo.
Si quieres que lo que planeas salga como tú quieres, manéjalo tú mismo.

martes, 22 de marzo de 2011

Los monos y los dos viajeros

Dos hombres, uno quién siempre decía la verdad y el otro quién decía solamente mentiras, viajaban juntos y por casualidad vinieron a la tierra de los monos. Uno de los monos, que había llegado a ser el rey, mandó que ellos fueran agarrados y traídos ante él, para saber saber que opinaban los hombres de él. Él pidió al mismo tiempo que arreglaran a todos los monos en una fila larga a su derecha y a su izquierda, y que colocaran un trono para él, como era la costumbre entre hombres. Después de estas preparaciones él dio aviso de que los dos hombres deberían ser traídos ya ante él, y los saludó con esta frase:
--¿Qué clase de rey les parezco ser, oh forasteros?
El Viajero Mentiroso contestó,
--Usted me parece el rey más poderoso que he conocido. -- contestó.
--¿Y cuál es su estimación de aquellos que usted ve alrededor mío?
--Éstos,-- respondió, --son compañeros dignos de usted, y sirven para ser embajadores y líderes de ejércitos.--
El mono rey y todo su tribunal, satisfecho con la mentira, mandaron que un hermoso presente fuera dado al adulador.
Entonces el viajero verídico pensó para sí,
--Si una recompensa tan grande fue dada para una mentira, ¿con que regalo no puedo ser recompensado, si, según mi costumbre, digo la verdad?--
El mono rey rápidamente le preguntó:
--Y a usted, ¿cómo le parecemos yo y mis amigos que están alrededor mío?
--Tú me pareces,-- dijo él, --simplemente un mono, y todos estos tus compañeros, después de ti, son monos igualmente.
El rey de los monos, enfurecido al oír esas verdades, lo entregó a los dientes y las garras de sus compañeros.
A quien le gusta ser adulado, aborrece la verdad.
Busca y acepta siempre la verdad de las cosas, aunque a veces no sean de tu agrado.


El ladrón y el perro guardián

Un ladrón vino por la noche para robar en una casa. Él trajo consigo varias rebanadas de carne a fin de pacificar al perro guardián, de modo que no alarmara a su patrón ladrando. Cuando el ladrón le lanzó los pedazos de carne, el perro dijo,
--Si usted piensa callar mi boca, está completamente equivocado. Esta bondad repentina de sus manos sólo me hará más vigilante, no sea que bajo estos favores inesperados hacia mí, usted obtenga algunos beneficios especiales para llevar a cabo su propia ventaja, y para dañar a mi patrón.
Si llegas a trabajar al servicio de un buen patrón, sé siempre correcto, fiel y honesto con él. Si llegas a ser un patrón, se siempre correcto, fiel y honesto con tus servidores.

El caballo y el venado

En un tiempo el caballo tenía todo el pasto de la llanura solamente para él. Sucedió entonces que un venado se metió en su territorio y compartió su pasto. El caballo, deseando vengarse con el forastero, preguntó a un hombre si él quisiera ayudarle a castigar al venado.
El hombre contestó que si él aceptaba recibir un fierro en su boca y consentía en llevarlo continuamente, él concebiría armas eficaces contra el venado.
El caballo aceptó lo solicitado. Y a partir de aquella hora él encontró que en vez de obtener venganza contra el venado, se había esclavizado al servicio del hombre.
Antes de hacer un convenio, analiza muy bien las posibles consecuencias de los términos contractuales.

viernes, 18 de marzo de 2011

El mono y el delfín

Un marinero, comprometido en un viaje largo, llevó con él a un mono para divertirlo mientras estaba a bordo. Cuando estaban cerca de la costa de Grecia, una violenta tempestad se levantó y el barco fue arruinado, y el marinero, su mono, y todo el equipo fue obligado a nadar para salvar sus vidas. Un delfín vio al mono competir con las olas, y suponiendo que él era un hombre (a quien siempre se dice que el delfín le ofrece amistad), vino y se colocó bajo él, llevándole en su espalda a la seguridad de la orilla.
Cuando el delfín llegó con su carga a la vista de la tierra no lejos de Atenas, le preguntó al mono si él era un Ateniense. Este contestó que sí lo era, y que era descendiente de una de las familias más nobles en aquella ciudad. El delfín entonces preguntó si él conocía el Pireo (el famoso puerto de Atenas).
Pensando que se refería a un hombre, el mono contestó que lo conocía muy bien y que él era un amigo íntimo. El delfín, indignado por estas falsedades, dio media vuelta y retornó al mono al alta mar.
Las propias mentiras del fanfarrón son las que se encargan de hundirlo.

jueves, 17 de marzo de 2011

El lobo y la zorra

Una vez un lobo muy grande y fuerte nació entre los lobos, que excedió a todos sus compañeros del mismo tipo en fuerza, tamaño, y rapidez, de modo que ellos unánimemente decidieran llamarlo "León". El lobo, con una carencia de sentido igual a su tamaño enorme, pensó que ellos le dieron este nombre por ser en verdad como un león, y, dejando su propia raza, se fue a vivir finalmente con los leones.
Una vieja zorra, viendo eso, le dijo,
--Es mi intención no llegar nunca a hacerme tan ridícula como usted lo hace con su orgullo y vanidad; porque aunque usted tiene el tamaño de un león entre lobos, pero en una manada de leones usted es y seguirá siendo definitivamente un lobo.
Ninguna apariencia puede quitar la esencia.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El cuervo y la jarra

Un cuervo que fallecía sediento vio una jarra, y esperando encontrar en ella agua, voló hacia allá con placer. Cuando la alcanzó, descubrió con pena que el nivel de su contenido no estaba a su alcance. Él intentó todo lo que podría pensar para poder llegar a donde se encontraba el nivel del agua, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Por fin descubrió que coleccionando tantas piedras como él pudiera llevar, y dejándolas caer una tras otra con su pico dentro de la jarra, el agua subiría hasta llegar a poner su nivel dentro de su alcance y así pudo salvar su vida.
Los momentos de crisis son fuente para el ingenio.

martes, 15 de marzo de 2011

La serpiente y el águila

Una serpiente y un águila luchaban entre sí en un conflicto mortal. La serpiente llevaba la ventaja, y estuvo a punto de estrangular a la ave. Un campesino las vio, y corriendo, desenrrolló a la serpiente y dejó al águila salir libre. La serpiente, irritada por la fuga de su presa, inyectó su veneno en el cuerno de bebida del campesino.
El hombre, ignorante de su peligro, estuvo a punto de beber, pero en eso el águila bajó y le golpeó su mano con su ala, y, agarrando el cuerno de bebida en sus garras, se lo llevó a lo alto y lo derramó, salvándole así su vida.
Ser agradecido, además de un deber, es un acto de gran nobleza.

lunes, 14 de marzo de 2011

El ladrón y el posadero

Un ladrón alquiló un cuarto en una taberna y se quedó un tiempo con la esperanza de robar algo que debería permitirle pagar su cuenta.
Cuando ya había esperado algunos días en vano, vio al posadero vestido con un nuevo y hermoso abrigo y sentado junto a la puerta. El ladrón se sentó a su lado y habló con él. Cuando la conversación comenzó a decaer, el ladrón bostezó terriblemente y al mismo tiempo aulló como un lobo. El Posadero preguntó:
-- ¿Por qué aúlla usted tan terriblemente?
-- Le diré, -- dijo el ladrón -- pero primero permítame pedirle que sostenga mi ropa, o la despedazaré. No sé, señor, cuando fue que adquirí este hábito del bostezo, ni si estos ataques de aullidos fueron infligidos a mí como una condena por mis delitos, o por alguna otra causa; pero sí sé realmente, que cuando bostezo por tercera vez, me convierto en un lobo y ataco a los hombres.
Con este discurso él comenzó un segundo ataque de bostezo y otra vez aulló como un lobo, tal como lo hizo al principio. El posadero, habiendo oído su historia y creyendo todo lo que él dijo, se puso enormemente alarmado y, levantándose de su asiento, intentó escapar. El ladrón lo sostuvo por su lujoso abrigo y le suplicó que se detuviera, diciendo:
-- Por favor espere, señor, y sostenga mi ropa, o la despedazaré en mi furia, cuando me convierta en un lobo.
Al mismo momento él bostezó por tercera vez y produjo un aullido aún más terrible. El posadero, realmente asustado, no fuera a ser que él sería atacado, dejó su nuevo abrigo en las manos del ladrón y corrió tan rápido como podía hacia adentro de la posada para su seguridad. El ladrón entonces se largó con el abrigo, no pagó la cuenta y no volvió nunca más a la posada.
La mentira es la herramienta preferida por los estafadores y delincuentes.

domingo, 13 de marzo de 2011

El águila, la gata, y la cerda salvaje

Un águila hizo su estancia en lo alto de un roble alto; una gata, habiendo encontrado un agujero conveniente, se asentó en el medio del tronco; y una cerda salvaje, con sus crías, tomó refugio en un hueco al pie del árbol. La gata hábilmente resolvió a destruir esta comunidad casual. Para realizar su diseño, subió a la estancia del águila, y le dijo:
-- La destrucción viene para usted, y para mí también, lamentablemente. La cerda salvaje, a quien usted ve diariamente escarbando la tierra, desea desarraigar el roble, y entonces ella, en su caída, agarrará nuestras familias como alimento para sus crías.
Habiendo asustado así terriblemente al águila, ella se arrastró abajo a la cueva de la cerda, y le dijo:
-- Están sus crías en gran peligro; ya que tan pronto como usted sale con su basura para buscar alimento, el águila está lista para saltar sobre uno de sus pequeños cerdos.
Habiendo infundido este terror en la cerda, la gata se fue y simuló esconderse en el hueco del árbol. Cuando la noche vino ella salió adelante con pie silencioso y obtuvo el alimento para ella y sus gatitos, pero fingiendo tener miedo, ella guardó vigilancia hasta el final del día.
Mientras tanto, el águila, llena de terror por la cerda, se quedó quieta en las ramas, y la cerda, aterrorizada por lo dicho del águila, no se atrevió a salir de su cueva. Y así ambos, junto con sus familias, fallecieron de hambre, y se convirtieron en provisión amplia para la gata y sus gatitos.
Nunca te dejes dominar por los terroristas, pues sólo buscan tu ruina y destrucción.

viernes, 11 de marzo de 2011

La zorra y el erizo

Una zorra que nadaba a través de un río rápido fue llevada por la fuerza de la corriente a un barranco muy profundo, donde quedó durante mucho tiempo muy magullada, enferma, e incapaz de moverse. Un enjambre de moscas hambrientas que chupan sangre se habían colocado sobre ella. Un erizo, que pasó por ahí, vio su angustia y preguntó si él debería ahuyentar las moscas que la atormentaban.
-- De ningún modo -- contestó la zorra -- por favor no las molestes.
--¿Cómo es eso? -- dijo el erizo -- ¿no quiere usted ser librada de ellas?
-- No, -- respondió la zorra -- porque estas moscas que usted ve ya están llenas de sangre, y me pican, pero muy poco, y si usted me libra de éstas que ya están saciados, otras más hambrientos vendrán en su lugar, y terminarán de beber toda la sangre que aún me queda.
Tomar decisiones en base al correcto conocimiento da los mejores beneficios.

jueves, 10 de marzo de 2011

El venado, el lobo y la oveja

Un venado pidió a una oveja que le prestara una medida de trigo, y dijo que el lobo le daría su garantía. La oveja, temiendo que hubiera fraude, se excusó, diciendo:
-El lobo está acostumbrado para tomar todo lo que él quiere y escaparse; y usted, también puede superarme rápidamente con su rápido correr. ¿Cómo entonces seré capaz de cobrarle cuando llegue el día del pago?-
El buen conocimiento y la experiencia son los mejores consejeros.


miércoles, 9 de marzo de 2011

El toro y el ternero

Un toro se esforzaba con toda su fuerza por apretarse para pasar por un paso estrecho que conducía a su puesto. Un ternero joven subió, y ofreció ir antes y mostrarle el modo por el cual él podría lograr pasar. -Evítate el problema,- dijo el Toro; -yo sabía cómo hacerlo mucho antes de que tú nacieras.-
Cuando las circunstancias de un problema cambian, también deben de cambiarse las soluciones.


martes, 8 de marzo de 2011

La rosa y el amaranto

Un amaranto plantado en un jardín cerca de un rosal, así se dirigía a él: - ¡Qué flor tan encantadora es la rosa, favorita tanto para Dioses como para hombres. Le envidio su belleza y su perfume!
El rosal le contestó:
-En efecto, querido amaranto, doy flores,¡pero para una breve temporada! Y si ninguna mano cruel las desprende de mi tallo, aún así fallecerán tempranamente. Pero tú eres inmortal y nunca te descoloras, y siempre te presentas con renovada juventud.-
En vez de envidiar virtudes ajenas, veamos primero las grandezas de las nuestras.


lunes, 7 de marzo de 2011

La avispa y la serpiente

Una avispa se asentó sobre la cabeza de una serpiente y, golpeándola incesantemente con sus picaduras, la hirió de muerte. La serpiente, estando en el gran tormento y no sabiendo como librarse de su enemiga, vio venir un carro pesadamente cargado de madera, y fue deliberadamente a colocar su cabeza bajo las ruedas, diciendo:
-Al menos mi enemiga y yo falleceremos juntos.-
El suicidio, cuando se usa para dañar a otros, es solamente un demente consuelo de los que se reconocen a sí mismos como cobardes y derrotados.


El arquero y el león

Un Arquero muy hábil fue a las montañas en busca de caza, pero todas las bestias del bosque escapaban cuando se acercaba. Sin embargo, un león, él solo, lo desafió para combatir. El Arquero inmediatamente le lanzó una flecha y dijo al León:
-Envío a ti mi mensajero, que de él tú debes aprender lo que yo mismo te haré cuando te ataque finalmente.-
El León herido se largó a toda prisa con gran miedo, y cuando una zorra que había visto pasar todo esto le dijo que tuviera coraje y no se echara atrás en el primer ataque, él le contestó:
-Usted me aconseja en vano; ya que si él envía a un mensajero tan pequeño como muestra, ¿cómo soportaré yo el ataque final de ese hombre en forma completa?-
Debemos estar siempre atentos y alerta contra todo lo que pueda golpearnos desde lejos.


sábado, 5 de marzo de 2011

El asno y el viejo pastor

Un pastor, mirando a su asno que se alimentaba en un prado, fue alarmado de repente por los gritos del enemigo. Él apeló al asno para huir rápido de allí junto con él, no fuera que ambos pudieran ser capturados, pero el animal perezosamente contestó: -¿Por qué debería correr yo? ¿Piensa usted que probablemente el asaltante colocará en mí dos juegos de sillas?-
-No- contestó el pastor.
-Entonces,- dijo el asno, -mientras llevo la silla, ¿qué me importa a quien llevo encima?-
En un cambio de gobierno, un cambio sin importancia no va nada más allá del cambio del nombre del mandatario.


viernes, 4 de marzo de 2011

Los árboles y el hacha

Un hombre entró en un bosque y pidió a los árboles que le proporcionaran un mango para su hacha. Los árboles consintieron en su petición y le dieron un fresno joven. Apenas había el hombre encajado el nuevo mango del fresno a su hacha, cuando comenzó a usarlo y rápidamente taló con sus golpes los más nobles gigantes del bosque.
Un viejo roble, lamentándose cuando fue demasiado tarde de la destrucción de sus compañeros, dijo a un cedro vecino:
-El primer paso nos ha perdido a todos nosotros. Si hubiéramos tenido mejor previsión, podríamos haber retenido aún nuestros propios privilegios y haber estado de pie una eternidad.-
Nunca se debe dar una ventaja a un desconocido.


El toro, la leona y el cazador

Un toro encontró a un pequeño león dormido y lo corneó hasta la muerte con sus cuernos. La Leona subió, y amargamente lamentó la muerte de su cachorro. Un cazador de jabalíes, viendo su angustia, estuvo de pie a una distancia y le dijo: -Piensa cuántos hombres y mujeres hay que tienen razón de lamentar la pérdida de sus niños, cuyas muertes han sido causadas por ti.-
No nos lamentemos cuando nos tratan como nosotros tratamos a los demás.