Pero no se dejó convencer, diciendo que le era muy difícil abandonar una morada donde ya estaba establecida y satisfecha.
Y sucedió que un día pasó por el camino, sobre la charca, un carretón, y aplastó a la pobre rana que no quiso aceptar el mudarse.
Si tienes la oportunidad de mejorar tu posición, no la rechaces.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
No hay comentarios:
Publicar un comentario