-- ¡ Acudí a tí por tu ayuda, y más bien me has herido !
A lo que respondió el espino:
-- ¡Tu tienes la culpa, amiga, por agarrarte a mí, bien sabes lo bueno que soy para enganchar y herir a todo el mundo, y tú no eres la excepción !
A lo que respondió el espino:
-- ¡Tu tienes la culpa, amiga, por agarrarte a mí, bien sabes lo bueno que soy para enganchar y herir a todo el mundo, y tú no eres la excepción !
Nunca pidas ayuda al que acostumbra a hacer el daño.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
No hay comentarios:
Publicar un comentario