-- Si quieres saberlo -- contestó la zorra --, te invito a cenar conmigo.
Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a casa de doña zorra vio que no había más cena que la misma liebre. Entonces dijo la liebre:
-- ¡ Al fin comprendo para mi desgracia de donde viene tu nombre: no es de tus trabajos, sino de tus engaños !
Nunca le pidas lecciones a los tramposos, pues tú mismo serás el tema de la lección.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
no sirve
ResponderEliminares broma re bueno gracias
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