Protegido por la seguridad del corral de una casa, un cabrito vio pasar a un lobo y comenzó a insultarle, burlándose ampliamente de él. El lobo, serenamente le replicó:
--¡ Infeliz ! Sé que no eres tú quien me está insultando, sino el sitio en que te encuentras.
--¡ Infeliz ! Sé que no eres tú quien me está insultando, sino el sitio en que te encuentras.
Muy a menudo, no es el valor, sino la ocasión y el lugar, quienes proveen el enfrentamiento arrogante ante los poderosos.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
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