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viernes, 18 de febrero de 2011

El roble y las cañas

Un roble muy grande, pero con raíces muy pobres, fue desarraigado por el viento y lanzado a través de una corriente.
El cayó entre algunas cañas, a las cuales así se dirigió:
-Me pregunto como ustedes, que son tan ligeras y débiles, no han sido completamente aplastadas por estos fuertes vientos.-
Ellas contestaron,
-Sin tener buenas raíces, usted lucha y compite contra el viento, y por consiguiente es derribado; mientras que por el contrario, nosotras nos doblegamos ante el menor soplo de aire, y por lo tanto permanecemos intactas, y nos salvamos.-
Para no sufrir privaciones delante de los actos arbitrarios del poderoso, hay dos opciones: colaborar con él, o prepararse con mucha fortaleza y razones para afrontarlo sin ser derribado.

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