Entonces la comadreja buscó una segunda acusación: que maltrataba a la Naturaleza por buscar como novias incluso a su madre y a sus hermanas. Repuso el gallo que con ello también favorecía a sus dueños, porque así las gallinas ponían más huevos.
--¡ Vaya -- exclamó la comadreja --, veo que bien sabes tener respuesta para todo, pero no por eso voy a quedarme en ayunas ! -- y se lo sirvió de cena.
Para el malvado decidido a agredir, no lo para ninguna clase de razones.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
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