Poco después el toro con sus cuernos lo corneó como a un enemigo.
Cuando el asno vio que la bestia enorme podría ser atacada impunemente, él lo pateó en su frente con sus talones.
El León, que expiraba dijo,
-He tolerado de mala gana los insultos de los valientes, pero ser obligado a soportar tal tratamiento de ti, que eres una desgracia de la Naturaleza, es en efecto sufrir una doble muerte.-
Nada molesta más a los poderosos que ser humillados por los débiles.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
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