Buscar este blog

domingo, 1 de agosto de 2010

El murciélago y el jilguero

Un jilguero encerrado en una jaula colgada en una ventana cantaba de noche. Oyo un murciélago desde lejos su voz, y acercándosele, le preguntó por qué cantaba sólo de noche. -- No es sin razón -- repuso -- porque de día cantaba cuando me atraparon, pero desde entonces aprendí a ser prudente.
--¡ Pues no es ahora cuando debías serlo, pues ya estás bien enjaulado, sino debió haber sido antes de que te capturaran ! -- replicó el murciélago.
La prudencia es para vivirla antes de caer en el error, no para después de la desgracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario