Buscar este blog

martes, 3 de agosto de 2010

La alondra moñuda

Una alondra moñuda cayó en una trampa y se dijo suspirando: --¡ Desgraciada alondra ! A nadie has robado ni oro ni plata, ni cosa valiosa alguna; llevarse un insignificante granito de trigo ajeno será la causa de tu muerte.
Nunca te expongas a un gran peligro por un mezquino beneficio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario