El asno y la zorra, habiéndose unido para su mutua protección, salieron un día de caza.
No anduvieron mucho cuando encontraron un león.
La zorra, segura del inmediato peligro, se acercó al león y le prometió ayudar a capturar al asno si le daba su palabra de no dañarla a ella.
Entonces, afirmándole al asno que no sería maltratado, lo llevó a un profundo foso diciéndole que se guareciera allí.
El león, viendo que ya el asno estaba asegurado, inmediatamente agarró a la zorra, y luego atacó al asno a su antojo.
No anduvieron mucho cuando encontraron un león.
La zorra, segura del inmediato peligro, se acercó al león y le prometió ayudar a capturar al asno si le daba su palabra de no dañarla a ella.
Entonces, afirmándole al asno que no sería maltratado, lo llevó a un profundo foso diciéndole que se guareciera allí.
El león, viendo que ya el asno estaba asegurado, inmediatamente agarró a la zorra, y luego atacó al asno a su antojo.
Nunca traiciones a tu amigo por temor al enemigo, pues al final, tú también saldrás traicionado.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
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