El lobo consintió y levantando en lo alto el pie del asno, daba su mente entera al descubrimiento de la espina, cuando en eso, el asno, con sus talones, dio una patada a los dientes del lobo en su boca y galopó lejos.
El lobo, siendo así terriblemente maltratado, dijo,
--Bien me pasa esto, por meterme en el arte de la curación, cuándo mi padre sólo me enseñó el oficio de carnicero.
Nunca te metas a ejecutar un oficio que aún no conoces.
Tomado de Cuentos y Fábulas en Sternet
No hay comentarios:
Publicar un comentario